Tengo algo increíble que contarles, pero shhh... es un secreto, nadie más se puede enterar.
Ayer cuando celebraba la navidad ¡Ví un duende! era pequeñito y llevaba en su cabeza un lindo gorrito. Lo más curioso de todo es que era igual a como me los imaginaba, esa típica imagen que uno ve en los monitos se apareció ante mí. Eso sí yo creía que los duendes hablaban, o quizas si hablan, pero justo "ese" ¡no! Jaja... quien sabe...
Pero bueno... continuando con mi historia, ayer estaba abriendo los regalos y de repente sentí que algo tiraba de mi pantalón, no lo tomé en cuenta, ya que claramente estaba demasiado emocionada ante tantos paquetes, cintas y colores. Estuve mucho rato abriendo y abriendo paquetes hasta que desenvolví el último, este traía dentro la esperanza, fuí muy feliz cuando la recibí, porque se me había acabado hace ya unos meses. Le dí las gracias al Viejito Pascuero por tantos regalos maravillosos y comenzé a hacer uso de mis otros obsequios. Reí toda la noche, comenzé a imaginar cosas increíbles, luego me quede dormida y soñé que era una princesa, un hada, también fuí una aventurera, una hechizera y una super estrella, hubiese seguido soñando tantas cosas increíbles si no hubiese sentido nuevamente un tirón en mi pantalón. Esta vez si miré con atención y creo que realmente le puse mucha atención, porque cuando lo ví casi me desmayo del impacto ¡No podía creer que veía un duende!
A pesar de que no hablaba, por alguna razón sentía que me decía muchas cosas (creo que fue telepatía) me dijo que había sido una buena niña durante todo este tiempo, pero que a pesar de eso había cometido muchos errores. Me dijo que intentara no caer en lo mismo el próximo año, que le agradeciera a todas las personas que me han acompañado, que las sonrisas valen más que mil palabras y que los sueños se pueden cumplir. Cuando terminó de "hablar" dió la media vuelta y se fue, dejándo tras él un camino de escarchas. Por unos instantes me sentí muy triste, pero se me pasó rápidamente porque cuando miré hacia mi árbol de navidad ví que en la punta no había una estrella, si no dos y estas brillaban como nunca me lo hubiese imaginado, sentía que me querían decir algo... ahí fue cuando descubrí que no lo había soñado, que las cosas increíbles existen, por eso desde ese momento supe que "esa" estrella me iba a guiar, ya que mi corazón lo había decidido así.
FELIZ NAVIDAD!!
