Posted jueves, 18 de marzo de 2010 by Jacky =)
¿Comprendes su significado? ... Jaja, derrepente pienso porque me hago preguntas tan... ¿Cómo lo digo? Tan... ¿Estúpidas? ... en fin, como sea. Si hubieses visto la luz antes de caer en ese abismo, probablemente hoy no estarías aquí. Pero si no estuvieras aquí yo no te conocería ¿o sí? Por lo menos no estaría aquí diciendo estas confusas palabras ¿Que palabras? Yo no estoy diciendo nada, estoy expresando "algo" ¿Qué? No lo sé, ni yo misma me entiendo, es obvio que tú menos lo harás.
... ¿Qué dices? Sabes que... no escuché ¿Puedes repetirlo? ¿Perdón? Más fuerte por favor... Ahhh ya! me estas diciendo que lo sientes ¿Y de qué te apenas? ¿No que tú sólo quisiste ser sincero? ¿No que nunca me quisiste y me lo dijiste tantas veces? Entonces... ¿Porque te disculpas conmigo? No vale la pena que gastes tú tiempo en mí, yo ya lo tengo clarito, bien pintado con todos sus detalles y creéme, no falta uno solo.
Seguiré en lo que estaba ¡Ay! ¿Que era? mmm... esto es díficil ¡Si! ¿Que sería de ti si no hubieses entrado a ese mundo tan distinto al mío? ¿Seríamos felices o hubiesemos acabado igual que ahora? ¿El destino hubiese querido que siguiéramos juntos? Por más que lo pienso no encuentro una respuesta razonable, estoy pensando si nos hubiéramos arrepentido de tomar aquella decisión. Que difícil es pensar así.

¿Quieren conocer la historia desde un principio? ¡Ahí voy!

Como buen cuento tendría que comenzar con un "Había una vez", pero esta vez comenzaré así: Cuando era pequeña solía pensar que era infeliz ¿Por qué? Bueno... porque nunca llegué a conocer a mi Madre (creo que la he visto tres veces desde que nací) a pesar de su ausencia me sentía acompañada de mis abuelos, ya que he vivido con ellos, mejor dicho, ya que viví con ellos desde que tengo uso de razón, desde que los misterios de la vida determinaron mi existencia, desde que ví la luz y comprendí el significado de la supervivencia en este mundo tan extraño, pero entretenido a la vez. Supongo que se preguntaran que ocurrió con mi padre, sinceramente no lo sé y si lo supiera tampoco hablaría de él, no gasto palabras en personas que se hacen llamar "hombres", siendo que en realidad no lo son.
Como es de suponerse desde pequeña fui muy distinta a los niños de mi edad por lo que muchas veces quedaba sumida en la soledad de mi vieja y débil habitación. Un ejemplo de esto es que nunca tuve un "amigo", ya sea de verdad o imaginario, por eso nunca supe lo que era la amistad (aunque creo que todavía no lo sé), nunca tuve una muñeca, aunque fuera de trapo, no sabía lo que eran los vestidos y las rosas en el pelo y no sabía cual era el fanatísmo de los niños por correr para todos lados, por gastar la energía de esa manera, por vivir tan sencillamente, sin preocupaciones de ningún tipo. Simplemente yo prefería cuidar de mis abuelos, jugar con ellos, ayudar en las tareas de la casa, pero por sobre todas las cosas amaba pintar. ¡Si pintar! Pintar el cielo, pintar montañas, pintar el mar y la arena, pintar personas, yo amaba pintar todo lo que veía y si no lo veía lo imaginaba, lo inventaba y lo pintaba. Aunque ahora que lo pienso mis primeras "obras" no estaban
cerca en lo más mínimo a la maestría de Da Vinci, Picasso o Van Gogh, sin embargo se les podía encontrar el sentido "artistico" (al menos eso creí, hasta que de casualidad encontré una caja llena de papeles y pinturas diez años después), siendo sincera mis primeras obras eran sólo un par de manchas de colores indefinidos, sin ninguna técnica, ni conocimiento, pero según yo eran el paraíso impreso en tela y papel (una muestra más de que los niños tienen mucha imaginación). Conforme al paso de los años, mi habilidad artística iba aumentando notablemente, hasta tal punto que todo lo que adornaba mi casa tenía impreso alguno de mis tantos diseños, así también se incluía el jardín, los árboles, hasta las murallas. Definitivamente "eso" era lo único que sabía hacer bien. Respecto al lado académico, debo decir que nunca fuí una maravilla, sólo hacía los deberes escolares, porque quería sentirme un poco más "normal", aún así nunca llegué a insertarme en la sociedad como yo hubiese querido.
En general tuve una vida bastante aburrida hasta los once o doce años aproximadamente, hasta esa fecha nunca supe de mi mamá o papá, no tenía amigos, mis abuelos ya estaban muy mayores, mi tata (así es como le decía a mi abuelo) estaba muy enfermo, nunca entendí bien lo que era, pero constantemente había que llevarlo al hospital del pueblo, ese era el trabajo de mi abuela, pero el paso del tiempo le impidió seguir con su tarea y tuve que comenzar a hacerlo yo, lamentablemente no fue por mucho, ya que un día en la mañana cuando me preparaba para ir a la escuela y sólo faltaba que dijera "¡Hasta la tarde, cuídense mucho!" presencié una escena horrible, la que recordé por el resto de mi vida. Lo primero que vi fue a mi tata con sus ojitos completamente cerrados, totalmente pálido, tiezo y frío, estaba acostado y con una expresión de tranquilidad inmensa en su arrugado rostro, lo segundo que presencié fue a mi abuela desmayada junto a la cama (que momentos más terribles de mi vida), sin pensar mucho tomé a mi abuela como pude en brazos y luego de bendecir a mi abuelo corrí montaña abajo en busca de ayuda, como era domingo no había mucha gente en las calles y el único hospital del pueblo estaba cerrado por "remodelación" ¿Qué podía hacer? Nunca me sentí más impotente que en esos largos minutos de angustia, sabía que si no hacía algo iba a perder a mi también a mi abuela (todo esto pensaba, sin saber si ella ya había exhalado su último suspiro). Cansada de correr y gritar me senté junto a un árbol para que nos protegiera de los ardientes rayos solares y poco a poco sentí como mis párpados se hacían más pesados, sin embargo justo en el momento que iba a empezar a soñar que nada de lo que estaba ocurriendo era cierto escuché una voz, una voz clara y melodiosa, una voz que me conquistó y me tranquilizó por unos segundos eternos.
CONTINUARÁ...