Sueños rotos y esperanzas falsas, son los que al fin y al cabo en mi alma descansan. Siempre ellos fuertes tratando de recomponerse, pero así mismo parece que hay algo
más que me vence, algo que me los arranca del muro donde los albergo y
terminan cayendo como pinos viejos.
Ya los años han sabido trozarlos y en mil pedazos se han separado.